Por lo general, este espacio cuenta con un mobiliario que se considera imprescindible. El sofá, una mesa y unas sillas, el mueble de la televisión, una estantería para almacenar libros u otros objetos. Pero también es muy necesario atender a otros pequeños detalles decorativos que van a marcar un poco la personalidad de los habitantes de la casa.
Los cojines del sofá
Saber elegir los cojines más adecuados para el sofá es muy importante desde el punto de vista decorativo. El cojÃn Bundi es ideal tanto para el hogar como para un negocio, dispone de relleno incluido y cremallera, y está fabricado 100% en poliéster. Sus tres colores hacen que combinen a la perfección en cualquier espacio.
Para un sofá, lo mejor es colocar los cojines más grandes en los extremos, mientras que los más pequeños en el centro. También resulta recomendable jugar con diferentes texturas, colores y tamaños, combinando cojines lisos con estampados. Sin olvidar que el color de los cojines debe ir a juego con el color de las cortinas, la alfombra, etcétera.
Decoración con esculturas
Un salón decorado con esculturas muestra una estancia clásica y elegante. No en vano, se trata de un lugar en el que hay que integrar algunos de los mejores elementos decorativos. Sin embargo, el mercado actual ofrece muchas posibilidades escultóricas para que este objeto no sólo ofrezca un aspecto sofisticado.
Un claro ejemplo puede ser la escultura Grand Chien, siendo un elemento decorativo de color mostaza y que se muestra en forma de perro. Una figura que, en realidad, se puede colocar en cualquier lugar de la casa, ya que su finalidad es muy decorativa y se escapa un poco del toque sofisticado que suelen tener este tipo de figuras.
Las esculturas decorativas quedan muy bien en cualquier parte del salón, en el mueble de la televisión, en la mesa de centro o en las mesas auxiliares. Lo cierto es que este tipo de figuras son siempre muy recurridas, ya que perfectamente se pueden situar en otros lugares de la casa.
En este sentido, habría que señalar por ejemplo la escultura Pink Flamingo, un juego que representa dos flamencos decorativos en acero dorado y que se adaptarán muy bien, tanto al salón como a cualquier otro punto de la casa. Incluso serían ideales para colocar como motivo decorativo en un local comercial, un hotel, etcétera.
Los cuadros del salón
Para elegir los cuadros del salón, lo primero es comprobar qué colores combinan mejor con las paredes, el sofá y el resto del mobiliario. Lo ideal es que tanto los tonos como el marco del cuadro vayan a juego con el propio sofá. Pero siempre teniendo en cuenta que el cuadro sea menos ancho que el sofá.
Un sofá y unas paredes de colores claros combinan muy bien con un cuadro de colores llamativos. Pero si en el salón priman los colores oscuros, los cuadros deberían tener como protagonista el color claro. El cuadro tampoco debe quedar muy cerca del techo ni del mueble sobre el que se sitúe.
Por último, habría que considerar otras cuestiones decorativas en el salón. Por ejemplo, hay que tratar de buscar el equilibrio y no recargar mucho la estancia. Para ello se pueden escoger pequeñas figuras que le den un toque muy decorativo y sutil a la vez al salón, como por ejemplo la Hirondelle Blanche, una figura en forma de golondrina y fabricada en cerámica blanca que puede colocarse en la pared.
Por otro lado, si se colocan alfombras, que éstas no sean muy pequeñas ni muy grandes, sino más bien de un tamaño medio. En cuanto a las cortinas, han de ser sencillas y ligeras si el salón es pequeño, ya que las cortinas grandes lo que hacen es dar la sensación de una estancia más recargada.
A partir de estas recomendaciones, es probable que se pueda disfrutar de un salón cómodo y al gusto en lo que a decoración se refiere, las posibilidades son infinitas en la actualidad, a la vista de lo que puede ofrecer el mercado. Buscar el equilibrio en las formas, los colores y las texturas, es lo primordial.